Volar en globo o dar paseos en globo es una experiencia muy atractiva e interesante. En sí, el vuelo en globo es un modalidad de vuelo tranquilo, gracias a que la bolsa con aire caliente se desplaza por la atmósfera con muchísima suavidad. Una vez se ha alcanzado la altura óptima o deseada, el globo se sitúa en las corrientes de viento que circulan y prácticamente no se percibe la sensación de viento ni de ruido, únicamente el sonido de los quemadores quiebra fugazmente la tranquilidad reinante.
Pero también el vuelo en globo es ofrece ciertas “pinceladas” de aventura. La capacidad de dirigir un globo aerostático es relativamente reducida, y el piloto subirá o descenderá buscando corrientes de aire que modifiquen en cierta medida el rumbo. Dada esta limitación de poder conducir el rumbo del globo, los viajeros saben el lugar de partida, pero el destino suele ser bastante impredecible. Estudiando la dirección del viento y el punto de salida se puede pronosticar en cierto modo el rumbo a seguir, pero difícilmente podremos aterrizar en un punto señalado inicialmente en el mapa.
El vuelo en globo permite desde volar rozando las copas de los árboles hasta ascender hasta 5000 m. de altura en un mismo vuelo, suspenderse casi parado a una altura deseada para contemplar desde el aire, paisajes, pueblos, animales salvajes,… hacen de este tipo de vuelos una magnífica alternativa de ocio y de aventura.